Qué bonito...

Somos

Fui pretenciosa al creer que salvaría al mundo.
Rechacé lo que era, buscando ser sencilla.
Volví a ser pretenciosa.
Me etiquetaron al salir de mi entorno, me sentí mal de haber pertenecido a él y de no pertencer a él.
Pero no pertenecemos, solamente somos.
Encontré a los que no pertenecían al entorno y pensé que estaba salvada.
Sorpresa, son más pretenciosos, no lo saben y por eso lo son.
Creen pertenecer y simplemente son. Son lo que no quieren ser.
Buscando coherencias sólo he logrado pretenciones.
Pretenciosos somos, inevitablemente.

Música morada

Buena música. Quiero escuchar siempre buena música, y mi definición de buena música no es pretenciosa ni técnica, es la que le acomode al contexto. Puede ser cualquiera, pero para el contexto dado, tiene que ser la que es... Ahorita es Simentera - Nha Codé.

Para una fiesta es pura salsa, un grupo que toque, baile y cante toda la noche... lo malo de pensar cuál es la ideal, es que ya no fue la que debió ser... no hay que pensarlo.

La buena música es que la se siente y te hace vibrar y sonreir, la que tiene color.